miércoles, 30 de mayo de 2018

Paisaje 

Un gris tenue tiñe la mañana
 se adueña del azul y de la luz,
el campo es un océano verde
 la hierba se agita en olas ondulantes
 cantan los pájaros, 
ninguno entiende
el canto de los pájaros
sufren, aman, claman, mueren
llueven lágrimas sobre el camino
el viento apresurado las borra, las olvida
nubes oscuras negocian con el sol
el mágico milagro del arcoíris,
los niños quieren atraparlo
 una dolorosa ternura
opaca mi mirada
las ovejas pastan impasibles
los colores se difuminan en el aire,
mientras la tristeza 
se mece entre los árboles.






martes, 29 de mayo de 2018

Vuelo de bautismo




“¡La vida es una aventura constante nena!” Era la frase preferida de Abelardo. La invitación para pasar el fin de semana en las islas prometía ser una atractiva experiencia.
 Aseguró que me encantaría y que tenía su carnet de piloto en regla. Los vuelos en avión nunca me apasionaron, pero sus argumentos lograron convencerme.
 Abelardo parecía en verdad un piloto experimentado. Todo iba de perlas, hasta que surgió aquel extraño ruido en el motor. Él simulaba tranquilidad y repetía que no me preocupara de nada.
 Cada vez que rompo a llorar desesperada, Abelardo me dice que me ponga mi blusa de Chanel roja, siempre mirando al cielo, por si alguien nos ve..






lunes, 28 de mayo de 2018

Descanso

El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.

John Steinbeck



Ilustración: Jean François Millet.
Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta

tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.


(Fragmento) Mario Benedetti.




martes, 22 de mayo de 2018

Rosas rojas


Laura caminaba  de prisa, llevaba libros y carpetas con las pruebas de sus alumnos.. Un traspié, todo voló por los aires, y quedó desparramado por la vereda.  Nerviosa y contrariada trataba de recogerlo. Al levantar la vista descubre una sonrisa y unas manos que tratan de ayudarla.

 ─¡Gracias! ¡Ay, qué torpe he sido! Te agradezco la ayuda.

─ Espera ¿Tienes prisa?

─Sí, ya debería estar en mi clase ¡Llego tarde!! Discúlpame, pero tengo que irme.

Vamos, mientras charlamos. ¿Te parece bien?

 Y sin más, se puso a su lado. El cabello le caía rebelde sobre la frente. Tenía un aspecto de chico travieso y hablaba sin parar. Una vorágine de preguntas  que  Laura no podía y no quería contestar. Por suerte ya estaban frente a la escuela. Ella  se despide, pero él no se da por aludido, la sigue hasta la puerta del edificio hasta que entra junto a otros profesores.
 
Al día siguiente al salir de la escuela, allí estaba, apostado junto a uno de los árboles de la plaza. Y así en los sucesivos.. Primero fue un café, que Laura aceptó tomar en la cafetería de la esquina. Se había convertido en algo habitual, los encuentros, el café..
Luego fueron sus rosas rojas. Más tarde las llamadas a medianoche. No pudo o no quiso rechazarlo. Un hombre que la colmaba de atenciones. Que había aparecido en su vida así, sin pensarlo, sin buscarlo.


 Una noche mientras cenan Ignacio le propone que vivan juntos, desea estar con ella todo el tiempo. Laura duda, prefiere esperar un poco más, pero él sabe convencerla.

Cuando se despedía de sus compañeros de la escuela, ahí estaba él esperando en el coche. Uno de los días al subir, notó que estaba tenso, y empezaron los reproches. Se vio justificando lo que no debía justificar.

─ Son mis compañeros de trabajo, solo eso.

─¡No me gusta que hables con ellos fuera de tu trabajo, ni que los beses al despedirte!¿Lo entiendes?

Sucedió poco a poco. Casi sin darse cuenta. No pudo evitar ver que le revisaba el teléfono. Las lágrimas no tardaron en llegar. Las charlas con sus amigas se acabaron.  Él controlaba el horario de salida de la escuela, iba a recogerla si tenía que hacer algún recado. Laura se sentía acorralada. Esa noche al abrir la puerta, de nuevo los gritos:

─¡Dónde estabas! ¿Sabes qué hora es? ¡¡Llevo dos horas esperándote!!

─ Hoy tuve reunión de profesores ¿Dónde crees que estaba?

─ ¡Sabes que no soporto que me mientas!! ¡Lo sabes!!

La tomó por los brazos hasta hacerle daño, la empujó con furia contra la pared, mientras le gritaba:

 ─ ¡Parece que no me entiendes nena, que eres solo mía!! ¡Que yo te quiero!!

Esa noche habían cruzado una frontera sin retorno. Al levantarse, un ramo de rosas rojas estaba sobre la mesa del salón y una tarjeta con tiernas palabras. Lo de siempre, repitiéndose una y otra vez.

 Laura  tiene sus ojos bañados en lágrimas cuando le comunica al director de la escuela que  tendrá que marcharse, lamenta dejar a sus alumnos, su cátedra, el trabajo que ama. Solicitará  el traslado al pueblo donde viven sus padres. ¡Cuánto echará  de menos Madrid!! Pero no puede seguir así. El director le dice que son  tiempos difíciles, pero harán todo lo posible para ayudarla. En silencio prepara su huida.

 Se ha equivocado, como quien compra un billete de última hora sin elegir el destino. Creía que había encontrado el amor, pero todo se ha vuelto muy oscuro. Tiene que hacerlo, le sobran motivos y razones.

Por la ventanilla del tren el cielo es azul, observa los pájaros que vuelan libres. La invade la misma sensación de libertad, que hacía mucho no sentía.
 No ha sido fácil, pero se siente más tranquila. Camina disfrutando del mediodía de sol, mientras toma un café, una canción suena como fondo y reaviva momentos que ella trata de olvidar..Al llegar a su portal, Antonio, el encargado viene a su encuentro.

─ Señorita Laura, esta mañana dejaron esto para usted, con este sobre.

 La sonrisa se borra de su rostro. Palidece.

─¿Señorita Laura se siente bien? Por favor siéntese.

Le tiemblan tanto las manos, que apenas puede sostener el ramo de rosas rojas..









viernes, 11 de mayo de 2018

Excusas

Nos hacía ilusión planear el viaje. Mi padre extendía  el mapa sobre el suelo del salón para trazar la ruta a seguir. En un cuaderno apuntábamos todos los detalles; qué llevar en la maleta, los lugares donde iríamos, las fotografías que haríamos, las comidas, el hotel y comprar algunos regalos para la familia. Habíamos visitado casi toda América del Sur y una  parte del continente europeo, fue entonces cuando papá dijo que no podíamos viajar más. Me dio algunas excusas. Cuando el cartero trajo el correo buscaba desesperado aquellos magníficos fascículos con fotos y mapas de viajes. Antes de irse me dijo: “Ya no los publican, eso ha quedado obsoleto” Pero yo no entendí esa palabra.

MIcrorrelato seleccionado finalista en mesuenantusletras.

martes, 8 de mayo de 2018

Puestos a elegir..

Puestos a elegir
elijo los días de verano
el mar, mis pies descalzos
las noches tibias
puestos a elegir si me preguntan
elijo la sonrisa franca y
el abrazo sincero
 de un amigo
la luna y las estrellas
puestos a elegir si me permiten
elijo la música y la risa
una dulce melodía
el canto de los pájaros
el chocolate
y un café calentito
en el invierno
 una mañana de sol
 la lluvia inesperada
una tarde en primavera
elijo las caricias y los besos
la calma y el sosiego
los versos de Lorca y de Machado
el agua fresca
el aroma a jazmines
un mediodía en otoño
las rosas rojas y las amapolas
puestos a elegir
elijo la paz
la luz
un poema y una canción de amor.





 





Eso era amor

Te veía
llegar,
cruzar la puerta,
darme un besazo en el morro,
mirarme a los ojos
de esa manera única,
como solo tú miras
a los ojos: rompiendo el calendario.

Te veía
hacer esas cosas sencillas
que tú haces
para que el mundo
entre en razón;

y no sabía 
a quién
darle las gracias.  

Karmelo C. Iribarren.     (San Sebastián 1959)