domingo, 12 de agosto de 2018

Una sirena en la ventana

Desde la ventana alcanza a divisar el mar, siente su aroma, la brisa dulce y salobre. Se deja llevar en una ensoñación, mira como rompen las olas, la espuma blanca y suave acaricia la playa. Lo admira, solo lo admira..

El hotel tiene unas preciosas vistas que hacen volar su imaginación mientras ordena y limpia las habitaciones. A veces se queda en esa visión más de la cuenta.

 Abajo, alguien desde la calle la saluda agitando la mano y le sonríe.
 Deja de limpiar y tímida apenas levanta la mano.

“¡Adiós muchacha, parece que en este sitio la belleza está por todas partes!”

Recoge la preciosa alfombra, envuelve su joven cuerpo con ella. 
 El espejo le devuelve la imagen de una sirena que solo añora el mar. 
Gira y gira como una bailarina, tira el trapo al aire y se ríe...

Golpean a la puerta.
-¿Celine, has acabado ya?
- Sí, sí ya voy..

Se mira en el espejo y con un mohín nervioso dice:

“¡Adiós triste sirena, mañana volveré!”