Verano
La luz del sol se cuela sin permiso
atrevida, irreverente
incita al ocio, a la pereza
al sosiego
arde el campo a la hora de la siesta
juegan los niños
con sombreritos de colores
bajo la sombra de los árboles
enamoran a la brisa con su magia
tal vez son solo una ilusión
la juventud y la alegría del estío
los geranios visten de rojo
los balcones
atardeceres perfumados de lavanda
caminar descalzos en la arena
las caricias del mar saben a sal
sinfonía de olas, un cielo añil
para perdurar la plenitud y el goce
que solo tienen
los días del verano.