domingo, 15 de mayo de 2016

Fin de juego.


Aquella estantería de madera lustrosa era su orgullo, tan ordenada y perfecta
Cogía el libro, leía un capítulo y volvía a ponerlo en su lugar.
Cada día lo hallaba en otro estante. Lo buscaba ansioso hasta encontrarlo.
Le apasionaba el juego cómplice que se había creado entre los dos.
Cuando agotado abandonó la búsqueda, vio aquel papel escrito con
tinta roja que decía: ”Soy un libro perdido”..

Texto: Mirta Calabrese.

Microrrelato elegido finalista en el Concurso de Libripedia de Diversidad Literaria.
Publicado en la Antología del mismo nombre.

Lluvia.

Llueve, la primavera se dedica  a jugar con la lluvia y desparrama su aroma entre los almendros en flor. Las gotitas se deslizan juguetonas, despreocupadas, por el cristal de las ventanas. A ellas no les importa nada, es más, ellas viven de la lluvia.
Los pájaros no vuelan. No los veo. Dime, dónde van cuando llueve. ¿No lo sabes? nadie lo sabe. Ven, quieres venir en esta tarde en que la alegría también se ha escondido...
Ven, caminemos bajo la lluvia y entremos en el primer café que veamos. Mira aquél, sí, aquél, el que está arriba, subiendo esa escalerita, el que tiene los geranios rojos y morados, hartos de beber tanta agua y los parasoles. ¿Sientes el  aroma a café? es tan intenso, vamos, y como nadie nos ve pediremos unas dulzuras de chocolate.
Y así, con el café y el chocolate destejeremos los secretos que tenemos guardados.
Tal vez no me los cuentes todos, y yo tampoco.
Somos amigos y los amigos no necesitan hablar mucho para comprender..