lunes, 21 de febrero de 2022

 

Vuelo eterno

Caminó hasta el acantilado cargando su dolor. El cielo rugía oscuro, furioso, anunciando la tormenta. 

El viento agitaba con fuerza las olas y revolvía su cabello. Permaneció quieta. Podía sentir su presencia, su aliento, la calidez de su piel rozándola. 

Se detuvo el tiempo. Abrazados se arrojaron a la mar.




Bendición Celta