viernes, 17 de junio de 2016

Amantes


Temblabas cual  tímida estrella,

en la noche embriagada de jazmines

La tentación, sin espera, ni palabras,

los sonidos de la pasión en tu pecho.

Gotitas de luna jugaban con tu pelo

ella, cómplice nos espiaba celosa.

La hierba nos prestó el lecho anhelado

y  tan solo abrigados con poesías,

nos  descubrió un amanecer inesperado.

Escapamos en un carruaje de sueños,

teñido de versos, perfumado de azahares.


Texto: Mirta Calabrese.








viernes, 10 de junio de 2016

HABLANDO DE TI..

 Irreverente, caótica,
tan única y presumida
te siento en cada esquina
en cada calle, en cada barrio
en el quiosco de los diarios,
en el taxista cercano.
He saboreado tus aromas,
me he bebido tus veranos,
te he buscado en cada plaza,
te he soñado tantas noches.

A los hijos de otras tierras
los acoges y los mimas
como madre con ternura,
con amor y protección
Con un río que en otrora
fuera orgullo para todos
y un paseo costanero
como marca registrada

Quiero ocultarme
en tus rincones
para encontrarme
a mi misma,
en tu plaza San Martín,
un respiro a tu locura,
Andar con paso tranquilo
por el barrio de Belgrano.

 Deshilvanar mis recuerdos
en los acordes
de un tango, de esos
un poco tristones
que acarician el alma.

Recorrer tus  librerías
un emblema de cultura,
señorío, buen estar
Descubrir el  aroma
tan cercano de tus bares
donde van los locos lindos
que creen en utopías.

Embriagarme del perfume
a jacarandá en tu primavera
ese celeste violáceo
que pincela las veredas

Caminar tu calle Florida,
con turistas y mendigos.
Hombres de traje impecable
y corbatas atrevidas
con maletines, de prisa,
con el caos de la Bolsa,
ellos ignoran que la vida
escapa y no vuelve jamás

Contradictoria y amada
yo te siento a la distancia
y te pienso en soledad.
Cuántas veces quisiera,
como si fuera con magia
en una calle arbolada,
de esas serenas
 que aún tienes
saborear  un helado
de fresas y chocolate

y en una esquina indecisa
adivinar si cruzar
sin semáforo, arriesgando,
dar por casi seguro
que no me dejarán pasar
los autos y  bicicletas,
porque allí, casi lo olvido
no es buena cosa ser peatón
y menos, desprevenido.

¡Ay! mi Buenos Aires querida
 tal vez estaremos locas,
loca vos, y loca yo…


Texto: Mirta Calabrese. Derechos reservados.