Qué fácil callar, ser serena y objetiva
con los seres que no me interesan verdaderamente
a cuyo amor o amistad no aspiro.
Soy entonces calma, cautelosa, perfecta,
dueña de mí misma.
Pero con los poquísimos seres que me interesan...
Allí está la cuestión absurda: soy una convulsión.
Alejandra Pizarnik.
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