jueves, 21 de diciembre de 2017

Felicidad.

Navidades de ensueño, de niños pequeños,
Navidades mágicas, refrescos y risas
los padres jóvenes, la ilusión intacta
de puertas abiertas, de sonrisas francas,
con mucho bullicio, de paz y esperanza
de noches de estrellas, de brindis con sidra.
y sin darnos cuenta, lo teníamos todo,
nos reíamos, nos abrazábamos, nos enojabamos
nos caíamos, nos levantábamos, como si nada.
aroma a jazmines y a jacarandá
la voz de la abuela, su eterna dulzura,
sin darnos cuenta lo teníamos todo,
¡Qué felices éramos! y no lo sabíamos.




2 comentarios:

  1. Qué bonito poema, Mirta. Y todo un acierto ese final: ser feliz y no saber que lo eres. Eso es lo que les sucede a los niños, porque su ingenuidad les impide planteárselo de la misma forma que al caerse se levantan como si nada.
    Un placer venir a tu casa.
    Un beso.

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    Respuestas
    1. Chelo, ¡gracias por leer el poema! un placer para mí que te guste. Sí, es así..lo escribí también recordando esos años juveniles cuando todo parecía estar en su sitio, y no éramos conscientes de ello. Un beso.

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