Inventan calles,
esquinas y rincones
donde besarse y amarse.
Su amor recién estrenado
un amor perfumado de palabras
dibujado de abrazos
que desborda la pasión.
Antes que la luna se asome distraída
en la noche embriagada de jazmines,
se encuentran los amantes.
Los sorprende un imprevisto amanecer
abrigados tan solo con una poesía.
Prometen que este amor será infinito.
Tal vez solo sea una promesa.
Hay momentos que tienen
la magia de lo eterno
solo un suspiro,
un vuelo de doradas mariposas.
Este poema lo entendemos los afortunados que fuímos novios, amantes, esposos... un amor que promete ser eterno aunque nosotros no lo seamos.
ResponderEliminarAbrazo.
Hola Francisco! Qué bonita sorpresa tu visita. Sí, así es como lo dices, hay amores eternos aunque no estén de moda. Abrazo.
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