martes, 25 de febrero de 2020

Aprender

Aprendí a caminar bajo la lluvia,
a mirar el mundo como si fuera la primera vez
a soñar despierta y a saber, 
que nada se gana porque sí,
aprendí que un día puedes ser princesa
y otro día humilde, sencilla y muy simple
podría hablarte del  invierno, pero prefiero decirte
que el verano cálido y luminoso es mi aliado,
 no sé qué hacer cuando me duele el alma,
lloro para hacer trizas la nostalgia
de los seres que amo con locura.
Aprendí a ser quién soy aunque me cueste
y no tengo remedio que me cambie
solo cuatro o cinco saben lo que siento.  
Y así vamos por la vida saboreando
de a ratos la dulzura y la amargura,
 no es pecado desnudar el corazón de tanto en tanto
 y dar por sentado que aquí estamos
para aprender de las lecciones de la vida
y ser un poco más sabio cada día.





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