La niña dibuja una casa,
un camino con flores,
un sol, una nube celeste
no sabe
que los pájaros mueren,
hay niños con hambre
y un monstruo oscuro
al que le llaman guerra
su manita en alto
saluda a un avión
se queda mirando
la estela blanca,
no sabe qué es.
Qué maravilla
los años de infancia
esa dulzura de la ignorancia.
un camino con flores,
un sol, una nube celeste
no sabe
que los pájaros mueren,
hay niños con hambre
y un monstruo oscuro
al que le llaman guerra
su manita en alto
saluda a un avión
se queda mirando
la estela blanca,
no sabe qué es.
Qué maravilla
los años de infancia
esa dulzura de la ignorancia.
Ilustración: Dibujo de mi hija Silvana (cinco años)
La dulce inocencia es enternecedora. Lo malo llegará, tarde o temprano, cuando ese niño o esa niña descubra la realidad existente tras esos bucólicos escenarios.
ResponderEliminarBello poema que nos habla de la infancia de esos niños que tienen la suerte de ser felices.
Un abrazo.
Muchas gracias Josep por leer, así es tal cual como lo dices. Si tuvimos la bendición de tener unos padres que nos cuidaran y amaran cuando pequeños ese descubrimiento de la crudeza de la realidad será tal vez menos doloroso. Un abrazo.
Eliminar