Se dormía cansado en la madrugada,
y despertaba temprano en la mañana.
Corría enloquecido y nos buscaba,
Jugaba a ocultarse y se columpiaba
en las farolas al atardecer.
Ese alocado amor un día quedó mudo,
desaprendió las palabras,
los gestos de dulzura,
nos miraba desde lejos.
la luna no entendía su silencio
Una noche lo vi marcharse sigiloso,
maltrecho, abrumado, con el paso cansado
con las manos vacías, sin mirar atrás.
Lo encontraron enredado en los rosales
Herido de muerte, las espinas clavadas
Su corazón sangraba de dolor.
Un gran amor no puede morir así.
Fui a buscarle, le di calor, curé las heridas
le quedaba un finísimo hilito de vida
un instante, solo un instante.
Este gran amor insolente y malcriado
Necesita cuidados especiales
Necesita deshacer la soberbia
Necesita pensar antes de hablar
Necesita tomar un sorbo de paciencia
Ser más tolerante y perdonar,
Este gran amor aún puede soportar
los vendavales más violentos,
es un grande amor como no hay muchos.